04/12/16

LACTATIO y CARITAS


Al tratar el tema de la Navidad  ya comentamos la iconografía de la Virgen de la Leche que en Bizancio recibía el nombre de Galaktotrafousa, también se denomina Virgen Nutricia, Virgen del Reposo, Virgen de la Humildad cuando la lactancia tiene lugar en un descanso de la huida a Egipto.
El acto de la lactancia materna fue tema habitual de la Antigüedad y en distintas culturas

Desde la tradición egipcia pasaría al mundo copto y al cristianismo. Las primeras representaciones las encontramos en las catacumbas, como esta de la catacumba Priscilla (s.II) en Roma, representando una iconografía que tendrá continuidad en el tiempo.
Bien, hasta aquí nada original. Pero cuando la leche virginal se derrama sobre los devotos y piadosos de la Virgen, nos encontramos ante imágenes bien chocantes. No olvidemos que esta iconografía hay que ponerla en contacto con la cristianización del mito griego del nacimiento de la Vía Láctea.
Veamos. El alimento místico responde a una devoción popular que se extendió desde finales de la Edad Media como símbolo de la maternal misericordia -en este caso de María- hacia sus hijos -entiéndase, los fieles-. La Contrarreforma la consideró una iconografía poco decorosa por lo que acabó desapareciendo a finales del XVI.
Puede actuar como mediadora salvadora de las almas del purgatorio, Virgen del Sufragio -también Virgen de la Gracia-, como en esta representación (1517) de  Pedro Machuca, en la que tanto la Virgen como el Niño-con aire juguetón- aprietan los senos femeninos para derramar el líquido redentor sobre las ánimas condenadas que abren desesperadamente la boca recibir la purificación
Fillotesi della Amatrice utiliza un esquema similar en esta Madonna de la Gracia. La leche se derrama sobre las almas que emergen del subsuelo.

En cambio en la tabla central del Retablo de la Virgen de la Leche (1410) de Antonio Peris, las gentes del pueblo piadosamente acuden con todo tipo de recipientes ansiosos por recoger las gotas caídas


El tema derivó a la lactatio de santos concretos. Particularmente repetida fue la de san Bernardo de Claraval que según la hagiografía recibió en sueños leche de una imagen de la Virgen que le otorgaba así la elocuencia necesaria para la predicación.
El tema tuvo largo predicamento (a la izquierda representación del siglo XIII) hasta también acabar por desparecer con la Contrarreforma. Seguramente la obra más conocida sea esta de Alonso Cano en la que el milagro es contemplado por un cardenal que une sus manos en oración.
Pero hubo muchas representaciones de estas místicas visiones, aunque a veces no parecen tan místicas, repitiendo el mismo esquema: la Virgen con el Niño en brazos oprime con una mano su pecho para dirigir -lo más correctamente posible- un chorrito de leche a la boca del santo vestido con su hábito blanco cisterciense.
El asunto aún tuvo sus réplicas en otros santos: San Pedro Nolasco, en las que el anciano monje se alimenta directamente del pecho mariano al tiempo que Jesús, o en San Cayetano, donde el santo desmayado recibe el alimento divino.

Sin tener relación exacta con las lactationes, el arte refleja como la sangre de Cristo redime al hombre de sus pecados. Es lo que observamos a menudo en la Crucifixión cuando los ángeles recogen piadosamente la sangre que mana de su costado (abajo, fragmento de Benozzo Gozzoli y Giotto) o más milagrosamente por san Francisco (Luca Crivelli)
Pero, Jean Bellegambe, un pintor francés del XVI, le da un giro al tema en dos trípticos. En el de la Sangre de Cristo, los ángeles recogen de la fuente mística la suma de la sangre que brota del costado de Cristo y la leche que mana del seno de María, para verterla sobre las almas del purgatorio. En el del Baño Místico, son los fieles quienes se zambullen directamente en la fuente con la sangre de Cristo -ayudados por la esperanza, a la derecha, y la caridad, a la izquierda-. Si prescindiéramos del contexto, la alegría y el afán en el aseo podrían más bien parecer la fuente de la eterna juventud.


Volvamos al principio, si ya sabemos que la Lactatio es un tema de origen pagano, su cristianización convivió con otro de la misma procedencia, el de la Caritas romana.
El escritor romano Publio Valerio Máximo en los nueve libros Factorum et dictorum memorabilium (Hechos y dichos memorables) dedicados al emperador Tiberio y escritos en torno al año 31, intenta ensalzar las virtudes romanas por medio de anécdotas y relatos tradicionales o extraídos de historiadores y filósofos. 
Entre las historias recogidas figura la de Cimón y su hija Pero. El padre, Cimón, estaba en la cárcel en espera de su ejecución, sin recibir alimento alguno, pero es precisamente su hija quien lo nutre con la leche de su pecho. Cuando un guardián descubre la piadosa estratagema, todos admiraron la bondad y devoción filial de la joven hasta el punto de que los jueces perdonaron y liberaron a Cimón.
Como símbolo de la caridad, una caridad pagana, el episodio caló en múltiples ocasiones en los siglos XVII y XVIII


En fin, también la mitológica leche salvó a ciertos héroes de las amenazas de muerte que les acechaban en su nacimiento. La de la cabra Amaltea, que alimentó a Zeus en la isla de Creta o la de la loba Luperca que en una cueva entre las colinas de los montes Palatino y Capitolio permitió sobrevivir a Rómulo y Remo.

Incluso algún santo, San Esteban concretamente, sobrevivió gracias a la leche de una cierva. Así lo representa Giovanni di Paolo en esta obra de 1450, con el santo niño ya coronado por la aureola de santidad. Tan nutritivos principios no evitaron que muriera lapidado (a la derecha, por Carlo Crivelli).






26/10/16

REGRESO Ó PRESENTE: APROPIACIÓN


 "Un bo artista copia, un gran artista rouba", Picasso

O emprego de obxectos preexistentes ou de imaxes do pasado para xerar unha nova ou simplemente copiala con outro/mesmo estilo, é unha tendencia denominada apropiacionismo que se desenvolve desde os 80 do pasado século no marco da postmodernidade. Enmárcase na ruptura do vangardismo entendido como unha dinámica continua de innovación. Xa que todo está feito non se pode continuar nunha carreira sen tregua cara adiante,  hai que cuestionar o pasado reinterpretándoo con novos significantes acordes ó momento presente.
É unha das tendencias -como o Land art, por exemplo- que cuestionan o obxecto artístico para centrarse na idea e  nas intencións do artista- neste senso son neoconceptuais- e polo tanto non ten que ser orixinal.  Importa o que elixe e como o presenta.Se o mercado capitalista e as institucións son os que revisten o obxecto dunha aura de xenialidade e orixinalidade,  ó se apropiar deses obxectos artísticos suprimen a tan excepcional aura que os reviste. En definitiva, os desmitifican restándolle o seu carácter "sublime".
O xogo consiste en descontextualizar un orixinal -ás veces chocando cos dereitos de autor- en combinacións imposibles, por exemplo imaxes do barroco e do pop art coa street art e a publicidade, dos medios de comunicación, dar un tratamento diferenciador ou, simplemente, parodiar.. A miúdo subxacen presupostos reivindicativos como o feminismo ou ou propostas críticas como contra da sociedade de consumo.
Por suposto non se trata de algo totalmente novidoso, as formulacións dos ready-made, do object trouvé, dos fotomontaxes, dos collage, do ensamblaxe ou do reciclaxe (disto temos falado nesta entrada) son igualmente modos de apropiación. O mesmo significado poden ter as interpretacións e variacións que uns autores fan de outros, por exemplo Picasso e as Meninas, se ben nestes casos o autor procura reinterpretar a mesma obra cun estilo persoal, non hai imitación.
Podemos encontrar obras baseadas na apropiación en todos os campos, desde a fotografía (Vogue Like a Painting) ó cine (Ken Jacobs presentou Perfect Film como obra propia cando realmente se trata dun metraxe -encontrado nun contedor- de declaracións sobre Malcon X feitas na televisión), desde a música (o Dies irae gregoriano repítese en variadas composicións) á publicidade (exemplos) e por suposto no campo que nos ocupa, nas artes plásticas.
Cando no libro de Borges, Pierre Menard autor del Quijote, este non quere imitar ou copiar o libro orixinal senón escribir un texto da súa autoría e desde a súa experiencia que coincida exactamente coa obra de Cervantes, estamos diante dunha reescritura "orixinal" que se asemella ós presupostos apropiacionistas.
As fórmulas escultóricas e pictóricas son moi diversas, como vemos nestas obras elixidas a título de exemplo.


Kathleen GILJEEEE, formada en Italia no campo da restauración, optou polo apropiacionismo nos seus propios traballos Comezou coa introdución de pequenos petimenti, seguiu coas restauracións e revisións contemporáneas -actualización da imaxe con trazos culturais do presente- e coas investigacións e comentarios históricos -reinterpretación do que a obra podería ocultar presentado a través da radiografía do lenzo orixinal-. En conxunto a súa obra está sustentada por unha reivindicación feminista, así na serie de 48 mulleres tomadas dos retratos de John Singer Sargent, as protagonistas perden as súas elegantes roupaxes para presentarse, con lixeiras variacións, espidas e amosar o seu ser.
Na imaxe da esquerda, na obra de Artemisia Gentilleschi (Judit decapitando a Holomernes) substitúe a Judit polo seu propio autorretrato e a Holofernes por un gran galo, ¿toda unha declaración de intencións!
Pasa o rato polas imaxes que seguen para ver as s´ùas fontes.


Un gran salto adiante deuse coas técnicas de photoshop (ver Bénédicte Lacroix) e a distribución das composicións a través das redes sociais. Xa non se precisa un gran dominio técnico para reproducir os grandes mestres, tan só imaxinación e creatividade para mutar os contextos nos que se desenvolvían as figuras clásicas. Os resultados son distintos, pero encontramos mostras interesantes e divertidas.


ALEXEY KONDAKOV é un artista ucraniano que realiza, por medio de photoshop ou similar, unha xustaposición entre o pasado e o presente. A serie denomínase Historia da arte na vida de cotío (ver en Facebook) pois os protagonistas de cadros clásicos saen do lenzo orixinario para presentarse en espazos actuais. O resultado é unha especie de collage sorprendente e divertido: deuses ou mortais desenvolven as mesmas accións que calquera cidadán de Kiev que é de donde toma o marco da escena. Así vemos unha Magdalena aburrida nunha cafetería (fig 7), os Embaixadores que van de copas (fig 8), Diana de compras nun supermercado (fig 11), A Virxe viaxando en autobús (fig 1 e fig 9). Se pasas o rato pola imaxe verás a obra orixinal.

1 2
3 4
5 6
7 8
9 10
11 12  
13 14
   15 11


GABRIEL NARDELLI, segue o mesmo esquema. As figuras incorpóranse ós espazos públicos, agora de calquera lugar do mundo, de Nova York a Barcelona ou de Londres a Rio de Janeiro. Podes ver máis exemplo do  The Canvas Project  en Instagram ou en  Facebook. Ó pasar o rato verás o autor da obra da que toma a figura



MARCO BATTIGLINI  interactúa a arte clásica coa cultura pop e arte urbana, engadindo estéticas contemporáneas como os tatuaxes.  Eclecticismo estilístico e divertimento, arte elitista e arte popular, alteración de significados, convivencia de opostos ou quizá un pastiche postmoderno. Na imaxe 1 xustapón partes de obras distanciadas no tempo: a Venus de Urbino (1538) de Tiziano -agora con tatuaxes e cabelos tinguidos- e Os románs da decadencia (1847) de Thomas Couture, engadindo un muro de graffiti;  imaxe 2 tomada da Alegoría do triunfo de Venus de Bronzino; imaxe 3, do Arcanxo san Miguel e os anxos caídos de Luca Giordano, aquí o santo coa insignia de Superman; imaxe 4, da Alegoría das artes de Pompeo Batoni e o retrato de Marilyn de Warhol.




Leo Caillard  leva a cabo  un proceso de fotomontaxe fotográfico con fotos de esculturas clásicas do Louvre e fotos  de persoas -normalmente amigos- adoptando a mesma disposición, e vestidos á moda. ¡Todo un new look!, de feito a serie leva o nome de Hipsters in Stone.
 


Así locen Meleagro e o deus Aristeo (a partir das  obras de Boizot e Bosio)


Por suposto, tamén magníficas apropiacións na street art




A música non queda á marxe desta tendencia con mellores ou peores resultados. Aquí quede unha boa mostra de adaptación, a música de Bach (a suite orquestal Badinerie) tomada por Noa para a peza No, Baby, unha das doce que do disco Letters to Bach.







07/10/16

EXPRESIÓN FACIAL


La expresión facial es, junto con los ojos, el mejor modo de transmitir las emociones y los sentimientos. Constituye un medio de comunicación directo, sin palabras, universal, el modo más sincero y espontáneo de mostrarnos. Así lo escribió Descartes:
La naturaleza no solamente dio al hombre la voz y la lengua, para ser los intérpretes de sus pensamientos; sino que en la desconfianza que tuvo de que pudiese abusar de ello, aún hizo hablar su frente y sus ojos para desmentirlas cuando no fuesen fieles. En una palabra, ella muestra toda su alma al exterior
Por otra parte la socialización nos ha enseñado que en ocasiones debemos ocultar nuestro sentimiento en función de las circunstancias, hay un proceso de aprendizaje que se inicia en la infancia y que vamos puliendo con la edad -no está nada bien una carcajada en un funeral-
Cierto que la otra gran apoyatura expresiva es la gestualidad corporal, como luego lo será también el movimiento o el color, pero hoy nos centramos en el rostro.
Reconocemos en un rostro la expresión de la risa, de la ira, del temor, del aburrimiento, de la ansiedad, de la sorpresa, de la alegría, de la inquietud,.... ¡Cuánto puede decir un mínimo rictus! En ello se basaba el cine mudo y en ello se fundamenta la performance o el mimo, como estas expresiones del gran Marcel Marceau interpretando a su personaje Bip. Y, desde luego, ahí tenemos los emoticones para comunicar sin palabras.
Tanto la filosofía como la ciencia o las artes plásticas han ahondado en su estudio. Los primeros, de Pseudo-Aristóteles a Duchenne, para comprender su funcionamiento o para establecer una relación directa entre rostro y carácter (fisiognomía). En esta línea, la falsa ciencia parte de una analogía entre rostro humano y de animales, para luego añadir al poseedor de ese tipo de rostro los rasgos propios del animal. Della Porta, a finales del siglo XVI, estableció toda una relación de analogías en el primer tratado de este tema, De humana Physiognomia, detallando e ilustrando en cada prototipo los rasgos físicos y de carácter atrubuidos, por ejemplo el que se asemeja a una oveja es "estúpido e impío", en el que tiene rostro de buey domina la "irritabilidad, terquedad, pereza".


En resumen, los supuestos fisiognómicos predecirían el temperamento de una persona (quizá por eso, en una película el "malo" suele tener un determinado aspecto -como Bardem en Un país para viejos-, y cuando no lo tiene resulta mucho más sorprendente -como los chicos de Funny Games-). Un poco vemos que esto se cumple en un tema como el de la Última Cena, busca un cuadro y localiza a los apóstoles Judas, el traidor, y a Juan, el discípulo más amado. Mira a ambos apóstoles en la obra de Leonardo, ¿ves los prototipos que se eligen para cada uno?

En las artes plásticas se buscaba algo más allá de lo supuestamente permanente de la fisiognomía, la expresión de las pasiones en tanto un momento transitorio de los sentimientos del alma. Era necesario adecuar los rostros a las sensaciones que se quieren generar en el público de acuerdo con la narración que se presenta o como medio para describir el carácter de un personaje. A partir del siglo XV y sobre todo del XVII, se establecieron fórmulas efectistas de expresividad.
El interés era ya patente desde la Antigüedad -el pathos helenístico de la Ménade de Scopas-. Basta comparar las obras griegas y romanas que siguen: el rostro del Auriga de Delfos y el rostro de Antinoo son hermosos sin duda pero absolutamente inexpresivos, en cambio el rostro de Laocoonte o el del emperador Caracalla nos hablan del sufrimiento y dejan asomar el transfondo psicológico del retratado. El psiquiatra Rojas Marcos ha escrito que en el rostro reside la esencia de la persona. Bueno, no sé que se diría de las personas con retoques faciales, es posible que además de perder expresión pierdan personalidad.


Y es que las pasiones, particularmente las fuertes, deforman el rostro, lo que en sentido clásico equivalía a la pérdida de la belleza, en tanto que se entendía como harmonía y equilibrio.
Sin embargo desde el Renacimiento y sobre todo en el Barroco las cosas cambian drásticamente. Ahora el camino del naturalismo incluye la plasmación de esos movimientos del alma de los que habla Descartes a fin de mover los afectos. Era por tanto preciso trabajar todo un repertorio de gestos expresivos. Necesario porque hay iconografías que exigen de este tipo de expresión muy marcada, para comunicar hay que enfatizar. Las podemos encontrar en obras religiosas (martirios, éxtasis, milagros, los condenados del infierno), mitológicas (Medusa, Prometeo), históricos (batallas), costumbristas (las bambochadas holandesas) e incluso en retratos. Y, a medida que avanza el tiempo, en cualquier detalle realista.
Le Brun fijó un repertorio de variaciones del rostro en razón de las pasiones, no se trata de un proyecto tomado del natural, crea racionalmente modelos prototípicos que funcionan como un método codificado para aprender a reflejar las pasiones. Parte de la premisa de que cada emoción produce alteraciones faciales características, por lo que es posible fijar un abecedario estandarizado. Sus estudios se publicaron póstumamente, en 1698, bajo el título Método para aprender a dibujar las pasiones.

Tristeza y cólera
Así lo explicaba a toda rima Diego Antonio Rejón de Silva en La Pintura: Poema didáctico en tres cantos (1786).
No ha de haber en el quadro una cabeza
Cuyo gesto no explíque con viveza
La relacion que tiene con el caso 
Que alli se finge; pero un mismo afecto
No ha de mirarse en todas, que es defecto: 
Antes bien con estudio nada escaso 
Habrá en cada semblante
Sensacion muy distinta; 
Qual mostrará la angustia de un amante, 
Qual estará admirado,
Qual con deseo grande, qual pasmado. 
 Según es el caráter que se pinta 
En todas las figuras de una Historia, 
Así debe el Pintor con gran cuidado 
Representar del alma las pasiones 
Graduando su saber las proporciones; 
Porque nunca ha de ser contradictoria 
La accion y el personage.

Muchos artistas practicaron con su propio rostro y un espejo para experimentar formas gestuales que utilizar luego en sus obras. Este sistema evitaba la presencia de un modelo y por tanto resultaba más económico. Se trata de un género muy difundido en el barroco holandés y flamenco, que se conoce con el nombre de tronie y que a menudo se servía de personas desconocidas, a diferencia de un retrato. Incluso la archiconocida Joven de la perla de Vermeer es considerada un tronie
Conservamos algunos de estos dibujos de estudios de expresión y vamos a revisarlos eligiendo aquellos más expresivos, de gestos marcados y exagerados.
Empezamos -por mera elección personal- por Rembrandt, quien hizo más de cien autorretratos a lo largo de su vida, que permiten seguir su peripecia vital y la opinión que tiene de si mismo.

Lo mismo sucede en estos otros estudios de pintores de épocas bien diferenciadas desde Durero -el artista renacentista que más veces se autorretrató- hasta van Gogh que lo hizo en más de treinta ocasiones, o Hockney.



No solo se estudiaron, sino que también se autorretrataron encarnándose a si mismos o a otros personajes con estos deformantes gestos faciales





Seguramente el mas sorprendente en escultura sea Messerchmidt, quien en el último tercio del XVIII se centró obsesivamente en esculpir hiperrealistas cabezas, cabezas de caracteres, tomándose a si mismo como modelo. Realizadas en bronce, yeso, alabastro, tenían como finalidad reflejar las expresiones primordiales del ser humano - los afectos- que fijó en 64.
Esta etapa final de su vida coincidió con recaídas de su esquizofrenia lo que, sin embargo, no le impidió seguir trabajando mirándose frente al espejo con las gestualidades que deseaba plasmar.




Algunos artistas contemporáneos ejemplifican esta introspección personal, de un modo notable lo vemos en las esculturas hiperrealistas de Richard Stipl, que se utiliza a sí mismo de modo repetido, seriación de un personaje en diferentes expresiones y posiciones.


En las fotografías de Claude Cahun sus autorretratos no se quedan en el reflejo de un rostro, hay un trasfondo reivindicativo en contra de los estereotipados roles femeninos.
Bill Viola, pionero del videoarte, recoge en su serie Las Pasiones -20 instalaciones- una especie de cuadros en movimiento centrados en las expresiones del rostro, conectando gentes de hoy -actores- con cuadros del pasado y los sentimientos que contiene (ver Emergence, inspirado en la Piedad de Masolino). Son filmaciones de alta resolución, rodadas a gran velocidad de modo que la acción se ralentiza haciendo más evidentes las emociones. En el video Six Heads analiza seis estados de ánimo (el júbilo, el pesar, el enojo, el temor, el sobrecogimiento y el sueño), que un actor se encarga de expresar en una única pantalla.



Volviendo al papel y a los maestros del pasado, por supuesto que en muchas otras ocasiones sus estudios fueron realizados para obras concretas, tan expresivas como estas que siguen y que no puedo evitar poner. En el primer bloque estudios de Leonardo y de Miguel Ángel, en el segundo una mezcla diversa pero curiosa.



Será interesante hacer otro día un estudio sobre la gestualidad de las manos, del mismo modo que hemos hecho referencia a la gestualidad de las manos del Greco. ¡Otro día!



  © Blogger template 'Solitude' by Ourblogtemplates.com 2008

Subir