Sonia Delaunay fue una artista y una mujer singular en un mundo de dominio masculino. Formada intelectual y artísticamente en su Rusia natal, se instala en París cuando en la ciudad están en ebullición las vanguardias, entabla amistad con Picasso o Braque quienes le descubren la concepción del cubismo. Pero su campo de acción se abre a otras formulaciones como el orfismo -junto a su marido Robert Delaunay-, el dadaísmo, la abstracción,...
Cuando los tiempos se complicaron económicamente buscó otros ámbitos en los que expresarse: el diseño y la decoración. Abrió una tienda en Madrid -Casa Sonia- donde el matrimonio se refugió al estallar la IGM. Allí comenzó el diseño de tejidos, prendas de vestir y complementos
Y como mujer adelantada no se resistió a que el automóvil, el símbolo del siglo XX, fuera el lienzo en el que plasmar su creatividad. El coche, un Citroën , fue presentado en 1925 en la Exposición de artes decorativas e industriales modernas. Pintado acorde a los principios de simultaneidad y contraste cromático.
Cuando el arte está dentro de ti puede estar en todas partes
El color me da alegría
En 1967 se le solicitó para causas benéficas la decoración de un Matra, y en 1977, cuando la artista contaba ya 92 años, decoró con recortes de papel una maqueta de Bugatti. Así que ella fue la primera persona en tunear un coche.
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En 1975 el piloto de carreras Hervé Poulain encargó a Calder que decorara su coche. El resultado se mostró al mundo en las 24 horas de Le Mans
Fue el comienzo de lo que denomina BMW Art Cars, que convierta al automóvil en el soporte para la expresión plástica. Un artista, de distintos lugares del mundo y de distintos estilos, es invitado a decorar un coche, y así se ha formado la colección que alberga el Museo de Munich y cuenta con 18 automóviles convertidos en lienzos rodantes
